La disertación filosófica pende de un texto personal del estudiante en el que éste se busca exponer o resolver claramente una anomalia filosófica. Se trata de un modo particular de composición escrita, pues en ella se intenta convencer peculiarmente al destinatario de la propia posición desde la argumentación.
El suguiente es un modelo del texto de la disertación:
1.- Introducción:
Tiene que ser precisa y no muy extensa. En ella se plantea el problema, se subraya su importancia y se desvelan sus presupuestos. No conviene adelantar la conclusión a la que se quiere llegar.
Si el tema no está planteado en forma de pregunta, entonces es conveniente abrir uno o varios inquirimientos que muestren el problema explicitamente en el mismo (Ej: si el tema es "Los animales y la razón" podríamos preguntarnos "¿Es la razón un producto del comportamiento animal?").
Es conveniente que incluya una enumeración de los pasos a seguir.
2.- Desarrollo:
Esta parte exige poner en juego los conocimientos que se tienen sobre la materia en cuestión, sin divagar hacia cuestiones irrelevantes.
Siempre hay varios tipos de estrategias para el desarrollo de un tema. Sin embargo, ciertos asuntos demandan un determinado plan. Por ejemplo:
a/ Cuando el tema exige afirmar o negar una tesis (ej.: "¿Se puede decir que los seres humanos somos libres?") podemos seguir estos caminos:
* Se puede comenzar exponiendo la tesis que se rechaza; seguidamente, los argumentos de la misma, para luego refutar dichos argumentos y pasar a establecer la tesis contraria, que es la que se quiere defender.
* Se puede empezar exponiendo la tesis a defender con sus respectivos argumentos; después las objeciones contra esa tesis; y, por último, la refutación de dichas objeciones.
b/ Cuando permite afirmar o negar una tesis, pero también una postura intermedia: una síntesis, entonces se puede plantear una estrategia dialéctica (ej.: "¿Hace la cultura al ser humano o el ser humano es el que hace la cultura?"). La primera parte presenta y defiende la tesis; la segunda, expone y apoya la antítesis; y la tercera, la síntesis. Aquí se trata de hacer ver que la tesis y la antítesis no son realmente contradictorias, sino que son compatibles.
c/ Cuando se trata del análisis de una noción o concepto (ej.: "¿Qué es la verdad?"). Primero la noción se descompondrá en los elementos que la integran y se dará su definición; segundo, se estudiarán aquellos conceptos que se derivan inmediatamente de ella; y tercero, se desarrollarán los problemas que genera: sus interpretaciones, su importancia y valor, etc.
d/ Cuando plantea la relación que existe entre dos o más conceptos (ej.: "Psiquis, pensamiento y acción"). Conviene hacer, en primer lugar, un análisis de cada uno de los conceptos planteando desde el principio la relación entre ellos; después expondremos los argumentos que defienden la relación propuesta.
3.- Conclusión:
Es el momento de resumir brevemente lo dicho para formular la solución que proponemos o para destacar las consecuencias que se siguen de ello. Si hemos planteado preguntas en la introducción será el momento de dar las respuestas de manera clara y concisa. Por otra parte, si no consideramos cerrado el asunto, convendría formular nuevas preguntas que indicarían como continuar la reflexión.
PREGUNTA: ¿Qué papel cumple la introducción en la disertación como metodología textual?