APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
El aparato reproductor femenino permite que la mujeres sexualmente sanas produzcan óvulos maduros, los transporten para que sean fecundados y los alimenten una vez fertilizados.
La descripción del sistema sexual femenino se divide en tres partes:
Los genitales externos o vulva
Los labios mayores son dos grandes pliegues de piel que delimitan la hendidura vulvar, en la que desembocan uretra y vagina. Miden unos 8-9 cm. de longitud y 2 cm. de altura con una base de unos 2cm. Se encargan de rodear y proteger los orificios externos de la vagina y la uretra, al clítoris y a los labios menores.
El monte de Venus es un acúmulo de tejido adiposo subcutáneo situado sobre el pubis y que esta cubierto de vello en un área triangular cuya base ofrece una ligera depresión que marca el límite con la región hipogástrica. En el vértice del triángulo se confunde con la unión de los labios mayores.
Los labios menores se sitúan por dentro de los labios mayores, siguen la misma dirección desde la parte anterior, pero acaban adosándose a ellos en la unión de los tercios medio e inferior y contribuyen a formar la horquilla por delante de la comisura posterior de los labios mayores. Rodean y protegen directamente las aberturas vaginal y uretral.
El clítoris se encuentra allí donde se juntan los labios internos o menores. Posee una función única: dar placer a su dueña. Las innumerables terminaciones nerviosas que hay en el clítoris y en sus alrededores hacen que sea muy sensible al contacto, tanto directo como indirecto. Consta de una cabeza o zona redondeada llamada glande y de una parte más larga denominada eje o cuerpo, el cual normalmente está cubierto por el tejido de los labios internos. Su tamaño puede oscilar normalmente entre medio centímetro y un centímetro, pero al ser estimulado se llena con la sangre que afluye y aumenta su tamaño pudiendo duplicar su diámetro. Cuando la estimulación continua y se aproxima el orgasmo, el clítoris se retrae y se esconde bajo el capuchón, volviendo a salir cuando la estimulación se detiene.
El vestíbulo consta de dos partes principales: la abertura de la uretra y la de la vagina. La abertura de la uretra se sitúa por debajo del clítoris y por encima del orificio vaginal.
Los genitales internos
El himen se encuentra dentro de la vagina, un poco más arriba de su abertura, y es un delgado trozo de tejido que bloquea parcialmente el camino hacia el interior. No tiene ninguna función biológica que se sepa, y según las distintas mujeres varía de tamaño y de forma. No tapa toda la abertura vaginal ya que debe existir un agujero que permita la salida del flujo menstrual o periodo. Al romperse el himen, ya sea durante el coito o en alguna otra ocasión puede aparecer algo de dolor y hemorragia. Ambas cosas son absolutamente normales y se calman en poco tiempo.
A cada lado de los labios menores se encuentran las glándulas de Bartholin, que tienen sus salidas muy cerca de la abertura vaginal y que producen una pequeña cantidad de fluido cuando la mujer se excita sexualmente. Antes se pensaba que esta pequeña cantidad de fluido intervenía de forma importante en la lubrificación vaginal, pero estudios médicos han demostrado que la lubrificación vaginal viene de mucho más arriba de la vagina y aún está por descubrir cual es la función de estas glándulas.
La uretra es el segmento final de las vías urinarias. La uretra de la mujer, muy diferente a la del hombre, mide aproximadamente 4 cm. y está revestida por un epitelio escamoso. El paso espontáneo de la orina desde la vejiga a la uretra se produce por la existencia de dos esfínteres interno y externo.
La vagina, es un tubo hueco muscular, de gran elasticidad, que mide alrededor de 10 centímetros de longitud. Se encuentra debajo y atrás de la vejiga, y delante y encima del recto. Aloja al pene durante la relación sexual, o coito, y es por donde nacen los bebés cuando el parto es normal. Durante la excitación sexual la vagina responde casi inmediatamente a la estimulación, lubrificándose por medio de unas pequeñas gotas de fluido que aparecen en sus paredes.
El cérvix o cuello uterino, tiene una longitud de unos 3 cm. y un espesor de 2,5 cm. Su forma es cilíndrica y la vagina se inserta a su alrededor circularmente aunque en un plano oblicuo más elevado por detrás que por delante. Tiene la capacidad de extenderse y contraerse para permitir el paso del feto en el momento del parto. También pasa por el cervix el flujo menstrual en su camino de salida a través de la vagina. El esperma, tras ser depositado en la vagina, para por el cervix hacia el útero y las trompas de Falopio. El cervix segrega un fluido llamado moco cervical, durante el ciclo menstrual este moco cambia de aspecto.
El útero, también conocido como matriz, es un órgano muscular hueco con forma de pera invertida, de pared gruesa y elástica, situado detrás de la vejiga y delante del recto, que mide de siete a ocho centímetros de longitud y tres de ancho. Alcanza el tamaño adulto a los 15 años, se expande mucho durante el embarazo y se reduce después de la menopausia. La parte angosta y alargada del útero, denominada cuello o cérvix, se conecta con la vagina. El resto del órgano es más ancho y se denomina cuerpo, cuya cavidad esta revestida por un tejido mucoso el endometrio. La función de este órgano es nutrir y albergar al feto durante el embarazo si el ovulo fue fecundado. Cuando no hay fecundación, el ovulo es evacuado por la vagina al exterior, y el endometrio se desprende de la pared uterina en forma de sangrado, conocido como menstruación.
Las trompas uterinas o de Falopio, también llamadas oviductos. Son dos canales de unos 10 a 14 centímetros de longitud que se extienden desde los ovarios hasta el útero. Son las encargadas de recoger los óvulos que vienen desde los ovarios y llevarlos al útero. Las trompas tienen tres partes: el istmo, que es la parte más estrecha, por la que se unen al útero; la ampolla, que es la parte más ancha y larga, y el infundíbulo o pabellón, que es el extremo, similar a un embudo que termina en unas proyecciones en forma de dedos o tentáculos llamadas fimbrias, que se ubican en torno a los ovarios y se mueven para atraer a los óvulos. Las paredes de las trompas tienen una capa de músculo liso que al contraerse facilita el desplazamiento del óvulo desde el ovario al útero.
Los ovarios, son las glándulas sexuales que albergan a los óvulos y producen las hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona). Son dos y se localizan uno a cada lado del útero en la parte superior de la cavidad pélvica. De forma almendrada, miden aproximadamente 3,5 por 1,5 centímetros. Están sujetos mediante ligamentos al útero y la pared pélvica, y junto a las fimbrias de las trompas de Falopio. A diferencia del hombre, la mujer no fabrica sus células sexuales. Al nacer, cada ovario contiene entre doscientos mil y cuatrocientos mil ovocitos (óvulos en estado inmaduro), que son almacenados en folículos. Solamente unos 400 o 500 madurarán y llegarán a la ovulación durante la vida fértil de la mujer, que se inicia durante la pubertad y concluye en la menopausia
Como la mujer posee dos ovarios, la ovulación se hace en forma alterna: un mes ovula el ovario izquierdo y al siguiente mes lo hace ovario derecho.
Los senos
Los senos a pesar de no ser genitales, tienen un significado sexual considerable.
Los senos de las mujeres son órganos relacionados con la sexualidad y la reproducción estrechamente. Hay tres aspectos importantes en relación con los senos: a menudo, proporcionan placer erótico; desempeñan un papel importante en la imagen que de sí misma tiene una mujer y la mujer puede alimentar a un niño con ellos. Los senos de los hombres pueden dar placer, pero tienen poca influencia en la auto-imagen.
La erección de los pezones es una reacción normal a la estimulación. Hasta la menopausia, si la mujer no ha amamantado, la estimulación hará que sus pechos también aumenten de tamaño, al llenarse de sangre sus venas. Los pechos de los hombres no aumentan de tamaño por la estimulación, pero en más de un 50% de los casos presentan una erección del pezón. También el estar desnudo o el tener frío puede hacer que se endurezcan los pezones, sobre todo en las mujeres. Cada pezón posee una aureola a su alrededor, que es una zona oscura cuyo color y tamaño varía en cada mujer. Es normal tener pequeños bultitos en la aureola: son glándulas productoras de aceite, que segregan un lubricante para facilitar la lactancia. Durante el embarazo la aureola se oscurece y permanece así hasta después del parto.
Dentro de cada seno hay de 15 a 25 pequeños sacos productores de leche. La leche que producen pasa a través de los conductos galactóforos hasta el pezón, lista ya para que el niño la succione. Independientemente del tamaño del seno, las glándulas mamarias tienen el mismo tamaño en cada mujer y producen aproximadamente la misma cantidad de leche.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las glándulas que posee el sistema reproductor femenino?