LENGUA CASTELLANA

VARIEDADES DE LA LENGUA

Una comunidad lingüística es el conjunto de personas que hablan una misma lengua. Sin embargo, no todos los miembros de esa comunidad hablan de igual modo, pues las lenguas no son uniformes, sino que presentan variedades. Hay variedades históricas, a las que ha dado lugar el paso del tiempo; variedades geográficas, originadas por la diferenciación de una lengua según las distintas zonas por las que se extiende; variedades sociales, determinadas por factores como la edad, el sexo, la posición social, etc., y variedades de registro, debidas a las distintas situaciones comunicativas a las que un mismo hablante ha de adaptar sus usos lingüísticos.

La norma

La comunidad otorga prestigio a los usos de determinados grupos, los cuales se valoran como modelo de comportamiento lingüístico o del buen hablar. El conjunto de estos usos constituye la norma.

1. La norma determina lo que es correcto y lo que no lo es. Ese criterio de corrección es utilizado por los hablantes como marco de referencia.

2. En una lengua no existe una norma única, pues ésta se adapta a la manera de hablar de las personas cultas de las distintas variedades dialécticas, y da lugar a diferentes subnormas. Así, en unos lugares de habla española resulta conforme a la norma la distinción de la z o la c frente a la s.

3. La norma es permeable también a los usos de los distintos grupos sociales. La norma acepta usos de determinados grupos cuando éstos se generalizan, como sucede con algunos términos técnicos que pasan a la lengua estándar: formatear, cárcel, leasing, etc.

4. La norma se difunde a través de la enseñanza, de los medios de comunicación y se hace explícita en gramáticas y diccionarios. Instituciones como la Real Academia Española y la Academia de la Lengua se ocupan de la norma del español en general y en Colombia, respectivamente.

La transgresión de la norma

No se pueden establecer límites estrictos entre las distintas variedades de la lengua, pues entre ellas se dan sólo diferencias de grado. En un extremo se sitúan aquellos grupos sociales cuyos usos se acercan más a la lengua estándar, son grupos en los que se manifiesta de forma más estricta la norma. En el otro extremo se sitúan los grupos más alejados de la lengua estándar, en ellos se producen las mayores transgresiones de dicha norma.

El lenguaje vulgar

El desconocimiento de la norma da origen a las diversas incorrecciones, denominadas vulgarismos, cuyo empleo tiene que ver, por tanto, con el bajo nivel cultural de los hablantes. Este tipo de incorrecciones afecta diversos niveles de la lengua, como la pronunciación, la morfología, la sintaxis y el vocabulario.

En lo que se refiere a la pronunciación encontramos, entre otros, los siguientes fenómenos:

• Sustituciones de un sonido por otro: agüelo por abuelo; cuete por cohete; ajuera por afuera; jamilia por familia; tualla por toalla, etc.

• Adición de vocales al principio de una palabra: arremedar, aplanchar, etc.

• Pérdida de vocales al principio de una palabra: onde por adonde; esde por desde, etc.

• Cambios de acento: périto, ávaro, apostoles, etc.

En lo referente a la morfología y la sintaxis, se considera vulgar la anteposisción del artículo al nombre propio: el Pedro; el empleo de formas verbales anómalas: andé, haiga, acabastes, etc.

PREGUNTA: ¿Qué se entiende por la norma?