3 Lección: Literatura popular y culta.
3 Lección: Literatura Popular y Culta.
¨Literatura Popular y Culta¨

Literatura Popular
La literatura puede producirse y transmitirse entre distintas generaciones de diferentes maneras. También puede nacer con objetivos distintos, y diferentes “públicos objetivo”. De hecho, una de las distinciones más habituales a la hora de clasificar diferentes tipologías literarias es la que diferencia la literatura popular de la literatura culta.
La literatura culta es aquella que desde su nacimiento se ha transmitido en forma escrita e inalterada, pues se considera de gran valor artístico, y su autoría se respeta y venera. Las obras de Cervantes o Shakespeare, las de Borges, Melville o Proust, son obras cultas.
Por otra parte, existe otro tipo de literatura que generalmente se conoce como popular; otras veces como tradicional. Esta literatura no por perder el marchamo de “culta” ha de tener menos calidad. La diferencia no es cualitativa, sino de objetivo, producción y transmisión.
Esta literatura popular, más que a un autor en concreto, pertenece y es obra “del pueblo”, por muy general que esto parezca. Se considera parte del folklore y de la cultura tradicional, de la misma manera que sus fiestas, rituales, creencias y costumbres.
Cuenta con una serie de características propias:
Durante mucho tiempo la literatura perteneció al mundo de la tradición oral exclusivamente. Antes de que se generalizara la producción escrita y ésta le diera importancia a la autoría, las obras se transmitían oralmente de generación en generación, y entre una y otra estas historias se podían cambiar y actualizar. Todo ello reafirmaba el sentimiento popular de que esas obras, en cierto modo, pertenecían al pueblo y no a un único autor.
Se trata generalmente de historias breves y sencillas, si bien pueden contener un excelente calidad poética y unos valores atemporales.
En cuanto a las temáticas más habituales, este tipo de obras suelen hablar de temas amorosos, de la desazón del desamor, de la alegría producida por la llegada de la primavera y el final del invierno, así como de aventuras de héroes que recorren grandes distancias en busca de nuevos retos y desafíos.
En cierto sentido, estos temas no son propios únicamente de la literatura popular. Muchas veces, de hecho, la literatura culta se ha alimentado de ella y ha adaptado las temáticas para crear a partir de ellas una nueva visión, desde el punto de vista personal de un autor determinado, de esos mismos temas. El Quijote de Cervantes no parte sino de las populares historias de caballería, por poner tan sólo un ejemplo bien conocido.
Literatura Culta
La manera en que la literatura se produce y transmite de una generación a la siguiente no es siempre la misma. Diferentes obras nacen con diferentes objetivos, y destinadas a sectores particulares de la población. Una de las tipologías literarias más interesantes, desde este punto de vista, es la de la literatura culta, y lo que la hace especial y la diferencia, particularmente, de la literatura popular.
La literatura culta es la que más conocemos, aunque, en realidad, no siempre fue así, y en nuestros días ha absorbido la práctica totalidad del mundo editorial. Se trata de la literatura de autor, entendida como “obra de” de una persona concreta, su autor, y también como obra “de arte”, única, valiosa y por lo tanto inalterable. El epíteto “culto” se le adjudicó a este tipo de literatura por su carácter elitista. En una época -básicamente, la medieval- en que la literatura popular, sin autor concreto, nacida para la transmisión oral y por lo tanto alterable, era la dueña de toda la tradición literaria, algunos autores empezaron a escribir de una forma más particular, aplicando estilos distintos, innovando y utilizando una lengua más refinada y elaborada. Lógicamente, este tipo de obras no eran fácilmente comprensibles para las capas más amplias de la población, por lo que sólo las di Al contrario, la literatura popular no es obra de ningún autor en concreto, sino patrimonio “del pueblo”, parte de su folklore y de su transmisión cultural. Lejos de lo que puede pensarse, la diferencia entre la literatura popular y la culta no es de índole cualitativa. Existen obras formidables transmitidas oralmente durante largo tiempo.
Muchas veces, en realidad, la literatura culta se ha alimentado de los temas, escenas y argumentos propios originalmente de alguna obra perteneciente a la literatura popular. El Quijote nace de las populares historias de caballerías; y los poemas homéricos, como muchos expertos defienden, tal vez no sean sino la compilación de numerosas historias propias del folkore de la época, unidas y fijadas por un autor de especial destreza y visión.
Tampoco existen muchas divisiones de tipo genérico. En ambos tipos de literatura encontramos poesía y teatro, si bien la narrativa es más propia de la literatura culta y la épica más acorde a la literatura popular.
Así pues, para resumir lo dicho, entendemos por literatura culta toda aquella producción literaria de tipo escrito, obra de un autor que desea que su autoría sea reconocida, y portadora de un texto inalterable sin el consentimiento de éste.
PREGUNTA: ¿Cómo podemos definir la literatura popular y la culta?