SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO
Es el encargado de garantizar la procreación, es decir la formación de nuevos individuos para lograr la supervivencia de la especie.
Los órganos sexuales masculinos trabajan en forma conjunta para producir y liberar semen en el sistema reproductor de la mujer durante el acto sexual. El sistema reproductor masculino también produce hormonas sexuales, que ayudan a un muchacho a desarrollarse y convertirse en un hombre durante la pubertad .
Cuando un bebé nace, tiene todas las partes de su sistema reproductor, pero no es sino hasta la pubertad que es capaz de reproducirse. Cuando comienza la pubertad, generalmente entre los 10 y los 14 años, la glándula pituitaria, ubicada en el cerebro, secreta hormonas que estimulan a los testículos para que produzcan testosterona. La producción de testosterona provoca muchos cambios físicos.
Una vez que un muchacho llega a la pubertad, producirá millones de espermatozoides por día. Cada espermatozoide es extremadamente pequeño: tan solo 1/600 de pulgada (0,05 milímetros) de largo.
GENITALES EXTERNOS
Pene: es el órgano copulador por el cual los espermatozoides son depositados en la vagina. Está formado por un tejido esponjoso que al llenarse de sangre se separa del cuerpo en un proceso denominado erección. El pene erecto tiene la posibilidad reproductiva de introducir los espermatozoides del varón dentro del sistema reproductor femenino, función que se realiza durante el acto sexual o cópula. Es además órgano de micción, pues alberga la porción final de la uretra.
Escroto: Es la superficie cutánea que cubre los testículos. La bolsa escrotal se divide en dos mitades, correspondientes a cada testículo y sus estructuras adyacentes. Se encuentra dividida por un rafe medio. La función principal del escroto es mantener y controlar la temperatura natural de los testículos. En determinadas ocasiones, especialmente cuando hace frío, las fibras musculares del escroto hacen que todo el saco se contraiga o se encoja, acercando los testículos al cuerpo para mantenerlos más calientes. En otras condiciones, como cuando hace calor, o se está en relajación completa, el escroto se vuelve más flojo y suave, con la superficie lisa. Entonces los testículos cuelgan más separados del cuerpo, para así mantenerse más frescos.
GENITALES INTERNOS
Testículos: Son dos órganos de situación simétrica, cuelgan dentro del escroto, por debajo del pene y poseen doble función, producir espermatozoides y hormonas. La forma de los testículos es ovoidea, con un tamaño medio aproximado de 40 a 50 mm. de largo, 2,5 mm. de espesor y unos 30 mm. de anchura. Son de color blanco-azulado y de consistencia muy dura. A partir de la pubertad, se fabrican espermatozoides en cada testículo. Cada mes se producen miles de millones de espermatozoides, con una ligera disminución en los últimos años. Si los espermatozoides no son eyaculados, simplemente se destruyen y son absorbidos por el tejido de los testículos.
La testosterona es la principal hormona masculina de todo un grupo colectivamente llamado andrógenos. Éstos se producen principalmente en los testículos, aunque también se fabrican cantidades muy pequeñas en las glándulas suprarrenales. Los testículos y las glándulas suprarrenales del hombre producen también una cantidad muy pequeña de estrógeno, la hormona sexual femenina. La producción de testosterona es estimulada e influida por la glándula pituitaria y el hipotálamo. El crecimiento y desarrollo del pene, de los testículos y del escroto, así como la aparición del vello púbico, el crecimiento de la barba y otros caracteres sexuales secundarios, son el resultado de los elevados niveles de testosterona que se producen en la pubertad y después de ella. La testosterona influye también en el impulso e interés sexuales, de forma que un nivel bajo de testosterona ocasiona un nivel bajo en la libido o impulso sexual.
Túbulos seminíferos: Forman parte de los testículos, alojados en su parte interior. Están formados por dos tipos de células: por un lado las células de Sertoli y por otro las células del epitelio germinativo. Entre los tubos seminíferos se encuentra un tejido conectivo laxo, en cuyo interior se encuentran las células intersticiales o de Leydig, que son las encargadas de la función endocrina de secreción de hormonas sexuales.
Los conductos seminíferos confluyen en unos conductos cortos, estrechos y rectilíneos denominados tubos rectos. Estos, a su vez, terminan en una red de canalículos dotados de un epitelio cubico de capa única, situada en la red testicular. La red testicular se une al epidídimo por medio de los conductos eferentes, que están enrollados sobre si mismo adquiriendo forma cónica, con el vértice alejándose del testículo.
Epidídimo: Situado en la parte posteriosuperior del testículo, se divide en tres partes: cabeza, cuerpo y cola. Los espermatozoides permanecen en los epidídimos hasta que se destruyen y son absorbidos por el tejido circundante o hasta que son eyaculados.
Conducto deferente: Es el conducto que sale del epidídimo y culmina en el conducto eyaculador, y por el cual son trasportados los espermatozoides. Además de servir de ducto de transporte, el conducto deferente, en su parte inicial, sirve también como lugar de almacenamiento de los espermatozoides.
Vesículas seminales: Son dos glándulas que vierten a los conductos deferentes el semen, líquido viscoso en el que flotan los espermatozoides. El semen contiene agua y nutrientes como la fructosa, un tipo de azúcar que sirve de fuente energética para posibilitar el movimiento de los espermatozoides en su camino hacia el óvulo femenino. Se encuentran situadas a cada lado y justo por encima de la glándula prostática. Se unen a la extremidad distal de los conductos deferentes, en el punto en que éstos se transforman en los conductos eyaculadores.
Próstata: Es una glándula ubicada en la porción inicial de la uretra masculina, debajo de la vejiga urinaria, que segrega sustancias específicas, las cuales, al mezclarse con el semen producido por las vesículas seminales, favorece la supervivencia de los espermatozoides una vez que ingresan al sistema reproductor femenino y ocurre la fecundación del óvulo.
El fluido de la próstata constituye aproximadamente el 39% del semen; el de las vesículas seminales un 60% y los espermatozoides solo alrededor del 1%.
Conducto eyaculador: Inmediatamente después del punto en que la vesícula seminal desemboca en el conducto deferente, el conducto, que ahora es común para el testículo y la vesícula seminal recibe el nombre de conducto eyaculador. Durante el coito, el semen se acumula en estos dos conductos, y cuando la excitación sexual llega a su punto más alto, un reflejo espinal origina contracciones rítmicas en toda la zona e impele el semen fuera de la uretra en chorros. Este proceso se llama eyaculación.
Glándulas de Cowper: También se llaman glándulas Bulbo-uretrales o de Mery-Cowper. Son glándulas tubulo-alveolares, del tamaño de un guisante, que se sitúan en número de dos, a ambos lados de la extremidad posterior del bulbo de la uretra. Durante la excitación sexual, pero antes de la eyaculación, estas diminutas glándulas segregan una pequeña cantidad de fluido en la uretra que sale por el meato urinario y aparece en la punta del pene y a su alrededor. Esta pequeña cantidad de fluido contiene espermatozoides que ya se han salido de los conductos eyaculadores, en cantidad suficiente para producir un embarazo aunque no se halla producido eyaculación alguna todavía.
Uretra: Es un conducto que transporta los espermatozoides desde los conductos deferentes hasta el pene, para permitir su excreción. La uretra es también el conducto por el que se elimina la orina.
PREGUNTA: ¿Cuál es la glándula que produce las sustancias que favorecen la supervivencia de los espermatozoides?