PÁRAMOS
Los páramos son ecosistemas típicos de las altas montañas de la Cordillera de los Andes; en ellos nace un gran número de quebradas y ríos muy importantes para nuestro país. Se caracterizan por presentar aire frío, suelos áridos, nieves y neblinas la mayor parte del año. Sus suelos son pantanosos y parecen un suave cojín. Muchas de las plantas que viven en estos ecosistemas son aterciopeladas para resguardarse del frío y retener la humedad de la neblina.
Estos ecosistemas son considerados entre los más bellos y valiosos del mundo; por esta razón, los países que los poseen son privilegiados. Están presentes únicamente en Colombia, Ecuador, Venezuela y Costa Rica, y es en Colombia donde se encuentra la mayor extensión de páramos (en sus tres ramales de la Cordillera de los Andes) y el páramo más grande del mundo (Sumapaz), poseyendo cerca del 50% del total de los páramos existentes.Los páramos abastecen de agua a la mayoría de los colombianos, quienes habitan también en esta cordillera principalmente. Ciudades importantes de nuestro país, como Bogotá, Cali, Medellín y muchas otras toman el agua directamente de estos ecosistemas o de ríos o quebradas que nacen de ellos.
Una de las funciones más importantes que cumplen estos ecosistemas es la de regular el ciclo del agua de la naturaleza. Tanto el suelo como la vegetación actúan como una “esponja” que en invierno es capaz de absorber una gran cantidad de agua proveniente de las lluvias. En verano, cuando hay escasez de lluvias, el páramo continúa escurriendo poco a poco el agua absorbida, manteniendo así los ríos una gran parte de su caudal; por esta razón, los habitantes de ciudades como Bogotá (Colombia), Quito (Ecuador), Mérida (Venezuela) y muchas otras, tienen agua constante a lo largo del año y no se preocupan porque en verano casi no haya lluvias.
Las principales causas de degradación de estos ecosistemas han sido el establecimiento de cultivos de papa o amapola o la introducción de ganado. Para poder sembrar en los páramos, es necesario el desmonte y quema de la vegetación natural, después de lo cual se adecúa el suelo, fertilizándolo y arándolo para que pueda ser cultivado. La ganadería es un proceso muy similar, sólo que en lugar de trabajar con cultivos agrícolas trabaja con pastos que alimentan los ganados.
Al realizarse las actividades anteriores, la función de “esponja retenedora de agua” del páramo desaparece; ya no hay vegetación que capte suficiente agua, el suelo ha sido compactado por el pisoteo de las vacas, maltratado por el hombre y ha perdido la porosidad que le permitía retener la humedad. En estas condiciones, el páramo ya no puede regular el ciclo del agua. En invierno, las fuertes lluvias arrasan con el suelo, erosionándolo y, además, los ríos se desbordan produciéndose inundaciones que afectan a innumerables personas.En verano se producen sequías severas, los caudales de los ríos se reducen o desaparecen y, por lo tanto, el agua que puede ser captada de los mismos para abastecer a los habitantes de las regiones o ciudades cercanas también disminuye o se agota por completo. Lo anterior podría ser causa de graves desastres para ciudades en las que el agua proviene de los páramos casi en su totalidad.
Sumado a los anteriores problemas, el calentamiento global que en parte ha provocado el hombre por la contaminación de la atmósfera, afecta también a estos ecosistemas. Al aumentar la temperatura, las especies que están adaptadas a las condiciones típicas del páramo deben migrar a sitios más altos y fríos en busca de las condiciones ideales para su supervivencia. Con el tiempo, todo el ecosistema migra a las partes más altas de las montañas debido al cambio de clima. Los nevados son desplazados o desaparecen y el páramo pierde parte importante de su extensión original.
Para agravar las cosas, la desaparición de los páramos o la disminución de su extensión conducen a la reducción o destrucción del hábitat de especies emblemáticas como el cóndor de los Andes (el que se posa sobre el escudo de Colombia) o el oso de anteojos. También podrían desaparecer para siempre muchas especies de plantas que viven únicamente en los páramos. Por todas estas razones, el páramo es considerado como un ecosistema muy valioso y frágil; es por eso que en Colombia el gobierno ha tomado medidas para protegerlo. Una de ellas es el establecimiento de Parques Nacionales Naturales (PNN) en zonas donde se encuentran páramos, como es el caso del PNN Sumapaz (el páramo más grande del mundo) o el PNN Chingaza, que abastece de agua al 80% de los bogotanos.
Pero proteger este importante ecosistema no es únicamente tarea del Estado; cada uno de los ciudadanos también puede ayudar a conservarlo.
Algunos de los páramos del país que se encuentran bajo el Sistema de Parques Naturales son los de la Sierra Nevada de Santa Marta, Sierra del Cocuy, cordillera de los Picachos, Chingaza, Sumapaz, Las Hermosas, Las Orquídeas, Parque de los Nevados, Puracé, Iguaque y Paramillo.
FLORA
En los páramos la vegetación natural dominante está representada por: musgos, pajonales o gramíneas, arbóreas y arbustivas. Estas especies ayudan a la regulación y captación de agua proveniente de los procesos de condensación en ésta zona. La estructura y composición del subparamo corresponden a un mosaico de formaciones arbustivas, que también cumple una función esencial de protección, mantenimiento y recarga de acuíferos.
Las plantas de los páramos presentan una serie de adaptaciones que les permiten sobrevivir en un ambiente bastante hostil. Muchas tienen pelos que guardan el calor y hojas duras que evitan que se pierda agua por evapotranspiración. En general son especímenes achaparrados para protegerse del frío y el viento, aunque los frailejones y las achupallas, a más de algunas especies de árboles, pueden alcanzar varios metros de alto. En algunos casos las adaptaciones pueden ser muy sofisticadas; en otros están prácticamente ausentes y estas especies deben aprovechar los microclimas generados por el resto de la vegetación.
FAUNA
En estos ecosistemas se encuentran anfibios y pequeños reptiles como lagartijas, salamandras y especies de la familia Iguanidae, Gymnophtalmidae y Analis. También están presentes mamíferos como conejos, comadrejas, curíes, guagua, danta de montaña, venado perro, venado matacán y osos de anteojos. Entre las aves representativas se encuentran el cóndor, el águila, las alondras, los patos, la mirla y colibríes, entre otras.
Los animales también presentan importantes adaptaciones para guardar el calor, como pelajes densos y colores oscuros. Las adaptaciones etológicas también son comunes.
PREGUNTA: ¿Cómo se llama el páramo más grande del mundo?