Mientras en Europa se desenvolvía el imperio romano, en Asia se desarrollaba fuerte y vigoroso el imperio chino, en medio de su misterioso aislamiento. Muchas invasiones debió repeler el imperio chino, ya que algunos pueblos que habitaban la Siberia intentaron dominarlo repetidas ocasiones. El rechazo que estos invasores sufrieron de los chinos, los obligó a cambiar de ruta dirigiéndose hacia Europa. Entre ellos se destacan los hunos.
ATILA, REY DE LOS HUNOS
En el siglo V apareció en Europa, capitaneando as los hunos, el famosos Atila. Su poder fue tan grande que trató de formar en el centro de Europa un imperio bárbaro para sustituir al romano. Los hunos se extendieron desde el Cáucaso hasta el río Elba. Bajo el mando de Atila invadieron la Galia y el valle del Po. Atila heredó el trono de su padre hacia el año 434, conjuntamente con su hermano Bleda. Pero pronto se deshizo de éste asesinándole, dando comienzo su reinado en solitario en el 445.
En aquel momento, el poder de los hunos, asentados en Panonia (la actual Hungría), se extendía desde el mar Caspio hasta los Alpes; y se basaba en un ejército compuesto en gran parte por germanos, en el que figuraban consejeros romanos (Orestes) y griegos (Onegesies). Atila lanzó primero sus ataques contra el Imperio Romano de Oriente, al cual sometió al pago de gravosos tributos: en 441-43 llegó hasta las puertas de la capital, Constantinopla; y en 447-49 recorrió los Balcanes hasta Grecia.
Posteriormente, sus expediciones se dirigieron contra Occidente. En el 451 invadió la Galia, incitado por el rey vándalo Genserico a atacar el reino visigodo de Tolosa; tras arrasar Metz y asediar Orléans, fue derrotado en la batalla de los Campos Cataláunicos (cerca de Troyes) y hubo de retirarse. En el 452 invadió el norte de Italia, arrasando Aquileya, Milán y Padua; las poblaciones aterrorizadas huyeron de las ciudades y se refugiaron en las montañas o en las lagunas del Adriático, momento del que data la fundación de Venecia.
Aquellos pueblos conquistados que no fueron destruidos fueron forzados a servir en su ejército. Derrotó al emperador bizantino Teodosio II, y Constantinopla se salvó por la única razón de que el ejército huno, básicamente formado por fuerzas de caballería, carecía de las técnicas de asedio a una gran ciudad. Sin embargo, Teodosio fue obligado a ceder una parte del territorio, al sur del Danubio, y pagar un tributo y un subsidio anual.
En el año 453 Atila se preparó una vez más para invadir Italia, pero murió antes de que pudiera llevar a cabo el plan. Una importante consecuencia de la invasión de Italia por Atila fue que algunos de los pueblos conquistados, especialmente los vénetos, del noreste de Italia, buscaron refugio entre las islas, pantanos y lagos en la cabecera del mar Adriático, y en ese lugar fundaron un Estado que con el paso del tiempo se convirtió en la República de Venecia.
Los pueblos romanos de Occidente, parecían a punto de sucumbir ante el empuje de Atila; fue el papa León I quien detuvo la invasión, pactando con el huno su retirada a cambio de pagarle un tributo. Atila se retiró nuevamente a Panonia, en donde murió víctima de un ataque de apoplejía en su noche de bodas.
El poderío que Atila había aportado a los hunos, unificando las tribus y lanzándolas a audaces empresas de conquista, desapareció tras su muerte; a las disensiones internas se añadió la peste, que dejó diezmados a los hunos frente al ataque germánico encabezado en el 454 por Arderico, el cual destruyó el imperio del hijo y sucesor de Atila, Elac, y forzó su marcha hacia la zona del Volga. En lo sucesivo, los hunos no volverían a amenazar Europa, e incluso se convirtieron en un bastión que la protegió de la amenaza de los mogoles.
PREGUNTA: El imperio más azotado por Atila, fue: