EL OÍDO Y LA AUIDICIÓN
La audición (escuchar) le permite a usted involucrarse con el mundo a su alrededor. De niño, usted aprendió a hablar escuchando e imitando las voces de los demás. Los que son sordos tienen dificultad para aprender a hablar con claridad. Usted ha aprendido la mayoría de lo que sabe escuchando a sus padres, profesores, la televisión y la radio. La música, los sonidos de la naturaleza y las voces de los seres queridos le pueden brindar placer; las sirenas y alarmas le pueden alertar del peligro, incluso cuando está dormido.
El oído es el órgano responsable no sólo de la audición, sino también del equilibrio. Se encarga de captar las vibraciones y transformarlas en impulsos nerviosos que llegarán al cerebro, donde serán interpretadas.
El oído se divide en tres zonas
Oído Externo
Comprende el pabellón auditivo (oreja), que es un repliegue de la piel con un cartílago envolvente, y el conducto auditivo externo, que mide tres centímetros de longitud. Posee pelos y glándulas secretoras de cera, cuya función es retener el polvo y las partículas que flotan en el aire, evitando que las mismas penetren en el oído. Su función es recoger el sonido y llevarlo a través del conducto auditivo hasta el tímpano.
Oído Medio
Se encuentra situado en la cavidad timpánica llamada caja del tímpano, su cara externa está formada por el tímpano, que separa el oido medio del oído externo.
El oido medio es el responsable de la conducción de las ondas sonoras hacia el oído interno. Consiste en un conducto estrecho, que se extiende unos 15 milímetros en un recorrido vertical y otros 15 en un recorrido horizontal y se separa del oido interno mediante una membrana constituida por una capa ósea muy delgada, que tiene dos orificios (la ventana oval y la ventana redonda). El oído medio está conectado con la garganta a través de la trompa de Eustaquio, un conducto que permite la entrada y la salida del aire del oído medio para equilibrar las diferencias de presión entre éste y exterior.
Dentro del oído medio existen tres huesos pequeños y móviles, el martillo, el yunque y el estribo. Se hallan articulados entre sí, formando una cadena de conexión entre el tímpano y el laberinto del oído interno, la cual posibilita la transmisión de las vibraciones que produce el aire en el tímpano y que este traslada al oído interno.
Oído Interno
El oído interno constituye la parte más importante de la audición. Se encuentra en el interior del hueso temporal que contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que están inervados por los filamentos del nervio auditivo. Está separado del oído medio por la ventana oval. Consiste en una serie de canales membranosos alojados en la parte densa del hueso temporal, se divide en: caracol, vestíbulo y tres canales semicirculares, que se comunican entre si y contienen endolinfa (fluido gelatinosos).
Parte del caracol se halla recubierta por una membrana denominada órgano de Corti, de la que se desprenden filamentos que se doblan ante las vibraciones del líquido linfático, movido por la presión de los huesos del oído medio sobre la ventana oval. Cada filamento responde a diferentes vibraciones, y el movimiento estimula las fibras de nervio auditivo, que conecta el órgano de Corti con el cerebro. Al llegar al cerebro, los impulsos son interpretados y decodificados de a cuerdo con vibraciones sonoras.
PRINCIPALES PARTES DEL OÍDO
Pabellón de la oreja: es la parte visible, un repliegue formado casi completamente por cartílago (tejido blando), cubierto por piel y adherido al cráneo, con forma de embudo, que envía las ondas sonoras hacia el conducto auditivo.
Conducto auditivo: mide aproximadamente tres centímetros de longitud y presenta dos zonas: una externa que es fibrocartilaginosa y otra interna que es ósea. Tiene en su entrada pelos cortos y gruesos. En su interior, tiene glándulas sebáceas (grasa) y ceruminosas (cerumen o cera), y al final, una tensa membrana llamada tímpano.
Hueso temporal: contiene los órganos auditivos y del equilibrio, que están inervados por los filamentos del nervio auditivo.
Martillo: hueso que pertenece a la cadena de huesecillos del oído medio, localizado en la caja del tímpano. Es el más largo de los tres huesos que componen dicha cadena y consta de una cabeza, un mango y un cuello, por lo que su forma se asemeja bastante a la herramienta que lleva ese nombre.
Yunque: hueso que pertenece a la cadena de huesecillos del oído medio, localizado en la caja del tímpano. Como su nombre indica, su forma recuerda al yunque de un herrero, con un cuerpo y dos ramas.
Estribo: hueso perteneciente a la cadena de huesecillos del oído medio, localizado en la caja del tímpano. Es un hueso que recuerda por su forma anatómica al estribo de un jinete; de ahí su nombre. Consta de una base, un asa en forma de herradura y una cabeza. Se articula por un lado con el yunque (otro huesecillo del oído medio) y por otro con la ventana oval, a la que se adhiere.
Tímpano: membrana muy delgada y semitransparente del oído medio, de forma circular, que cierra por dentro el conducto auditivo externo. Su función es la de vibrar ante estímulos sonoros; estas vibraciones se transmiten a la cadena de huesecillos del oído medio.
Trompa de Eustaquio: El oído medio está en comunicación directa con la nariz y la garganta a través de la trompa de Eustaquio, que permite la entrada y la salida de aire del oído medio para equilibrar las diferencias de presión entre éste y el exterior.
Canales semicirculares: están relacionados con el sentido del equilibrio. En estos canales hay pelos similares a los del órgano de Corti, y detectan los cambios de posición de la cabeza. Los canales, están conectados entre sí por una estructura llamada vestíbulo, son sensibles a la gravedad, a la aceleración y a la postura y movimientos de la cabeza.
Cóclea o caracol: cavidad del laberinto óseo del oído interno, relacionada con otras estructuras del oído que son el vestíbulo y los canales o conductos semicirculares. La función de estas tres formaciones es la de transmitir las vibraciones sonoras desde el oído medio hasta el nervio acústico o auditivo. Se sitúa, junto a las otras dos partes del laberinto, dentro del hueso temporal.
Órgano de Corti: está localizado en la rampa coclear o media del oído interno, compuesto por las células sensoriales auditivas llamadas células ciliadas. Su función es transformar la energía mecánica de las ondas sonoras en energía nerviosa.
Nervio auditivo: son filamentos que inervan los órganos auditivos y del equilibrio que se encuentran en el interior del huso temporal.
FISIOLOGÍA DE LA AUDICIÓN
La audición es la percepción de las ondas sonoras que se propagan por el espacio. Estas ondas son captadas, en primer lugar, por nuestras orejas, que las transmiten por los conductos auditivos externos hasta que chocan con el tímpano, haciéndolo vibrar. Estas vibraciones transmiten el sonido en forma de energía mecánica y generan movimientos oscilantes en la cadena de huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo). La energía mecánica es conducida hasta la perilinfa del caracol, donde se convierte en energía eléctrica que viaja por el nervio auditivo hacia el sistema nervioso central, donde es analizada e interpretada como sonido en su forma final. Aquí las ondas mueven los cilios de las células nerviosas del Órgano de Corti que, a su vez, estimulan las terminaciones nerviosas del nervio auditivo. O sea, en el Órgano de Corti las vibraciones se transforman en impulsos nerviosos y son conducidos, finalmente, a la corteza cerebral, en donde se interpretan como sensaciones auditivas.
EQUILIBRIO
Los canales semicirculares y el vestíbulo están relacionados con el sentido del equilibrio. En estos canales hay pelos que detectan los cambios de la posición de la cabeza.Los tres canales semicirculares se extienden desde el vestíbulo formando ángulo más o menos rectos entre si, lo cual permite que los órganos sensoriales registren los movimientos que la cabeza realiza. Sobre las células pilosas del vestíbulo se encuentran unos cristales de carbonato de calcio, que cuando la cabeza está inclina cambian de posición y los pelos que están por abajo responden al cambio de presión. Es posible que quienes padezcan de enfermedades del oído interno no pueda mantenerse de pie con los ojos cerrados sin tambalearse o caerse.
PREGUNTA: ¿En qué parte de oído interno las vibraciones se transforman en impulsos nerviosos?