PROPIEDADES QUÍMICAS DEL SUELO
El comportamiento químico de los suelos está en función del pH, de la absorción de cationes e intercambio iónico y de la capacidad de absorción.
pH
Una característica importantísima del suelo es su pH. El pH es el grado de acidez o de alcalinidad de una solución, características éstas que dependen de las concentraciones de los iones hidrógeno (H+ ) e hidroxilo (-OH).
Si los iones H+ son 10 veces más numerosos que los iones -OH, estos disminuyen proporcionalmente su concentración a 1/10. En una solución básica o alcalina sucede lo opuesto.
Cuando los iones H+ y los -OH están equilibrados en concentración, la solución no presenta propiedades ácidas ni alcalinas. En estas condiciones, la solución es neutra.
El pH se mide en una escala de 1 a 14; de 1 a 7 la solución es ácida, 7 neutra y de 7 a 14 es básica o alcalina. El pH de una solución puede determinarse mediante indicadores de pH. Algunos son papeles que, al sumergirlos en la solución, toman una coloración determinada, correspondiente a su pH.
Las soluciones de los distintos suelos presentan diversos valores dependiendo de la posición geográfica, de la cantidad y concentración de sales y de iones metálicos, la cobertura vegetal o el clima.
En términos generales, de acuerdo con el pH, existen tres clases de suelos: suelos de reacción ácida, neutra y alcalina. Los suelos ácidos son propios de regiones húmedas y páramos, con poco calcio y magnesio y una alta solubilidad de aluminio, hierro, manganeso y boro. En estos suelos el aprovechamiento de nitrógeno y fósforo por las plantas es escaso. En los suelos muy ácidos, son pocos los nutrientes tomados por las raíces de las plantas y la producción de cosechas es baja. Los suelos cultivables de reacción alcalina o básica cuyo pH es de 7,5 a 8, presentan mucho calcio, magnesio y molibdeno a disposición de las plantas. El aluminio es escaso, el humus abunda y hay buen aprovechamiento de nitrógeno. En los suelos demasiado alcalinos, a las plantas se les dificulta la asimilación del hierro, manganeso, cobre, cinc, fósforo y boro.
Suelos de pH moderado, neutro o débilmente ácido, es la tercera clase de suelos. Resultan ser satisfactorios para las plantas, ya que los agentes biológicos y químicos están en equilibrio.
PREGUNTA: Un ph menor de 7 se considera: