LOS PROBLEMAS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO
La mayoría de los especialistas concuerda en la opinión de que el crecimiento económico de América Latina se puede consolidar bajo sistemas democráticos de convivencia social. Bajo estas condiciones se podrán establecer sistemas de producción económica que aseguren a los millones de habitantes de este continente niveles de vida que permitan superar la pobreza y los altos índices de analfabetismo. Sin embargo, el panorama económico de los años ochenta no fue el más positivo debido a los altos niveles de inflación y de crecimientos negativos del PIB, junto a las deudas nacionales con instituciones de préstamos internacionales.
Dentro de los desafíos que los nuevos gobiernos democráticos tuvieron que afrontar, están las restricciones para poder pagar las altas deudas externas, lo que influyó negativamente en el ingreso de la población y que, en algunos casos, amplió la brecha entre ricos y pobres. Insertos en un proceso de globalización mundial, donde una creciente comunicación unifica a los mercados y con ello a las sociedades, se han llevado a cabo una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas. Cada nación latinoamericana establece acuerdos bilaterales con diversos mercados mundiales intentando, así, conectarse al mundo globalizado a través del comercio de sus productos locales.
En este contexto, los nuevos desafíos económicos de latinoamérica pasan por diversificar su producción, dar valor agregado a sus tradicionales productos con tecnología, y aprovechar al máximo las ventajas comparativas que tienen su paisaje, su ubicación y la riqueza de su multiculturalidad. El alza de los precios del petróleo benefician a los exportadores principales, como Colombia, Ecuador, México y Venezuela, mientras que el incremento de los precios de los otros productos básicos crea ventajas comerciales para los exportadores de metales y productos agropecuarios, como Argentina, Brasil y Chile.
La inflación se ha mantenido muy contenida en la mayoría de los países. Los gobiernos están aprovechando la recuperación para afianzar su posición presupuestaria, reducir su deuda pública y aminorar la dependencia de las divisas extranjeras. Los desafíos y las oportunidades para América Latina están ahora por venir. Entre ellos se encuentran el desempleo y la pobreza, mantenidos en niveles muy altos, y grandes diferencias entre los ingresos de los distintos sectores sociales. Por ello se busca propiciar las condiciones para una mayor inversión y para la creación de trabajo a mediano plazo.
Un reto clave para América Latina es responder a la rápida integración de China, y de India en medida creciente, en la economía mundial. China es, a la vez, un gran importador de productos básicos de la región y un competidor en el campo de los textiles y de las manufacturas con alto coeficiente de mano de obra, algo que puede afectar a estos sectores en México y algunos países de América Central. Será menester disponer de flexibilidad económica para que la región pueda hacer frente a los desafíos y aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el despegue de China.
Otro reto que queda por realizar en los países americanos, es la liberalización de los mercados. A pesar de los grandes esfuerzos desplegados en la última década para liberalizar el comercio exterior, América Latina es aún mucho menos abierta que otras regiones dinámicas. Las reformas para liberalizar aún más el comercio son cruciales para estimular el crecimiento y reducir los factores de vulnerabilidad. Las principales ventajas provendrían del éxito de las negociaciones comerciales multilaterales que mejoren el acceso a los mercados de las exportaciones clave, como los productos agrícolas y textiles.
No obstante, es mucho lo que América Latina puede hacer por su cuenta para reducir los aranceles, limitar el uso de barreras no arancelarias y flexibilizar algunas de las restricciones al comercio de servicios. Estas reformas también deberán respaldarse con mejoras en la infraestructura y en las administraciones portuarias y aduaneras, que en muchos países son fuentes de costosos retrasos e ineficiencias.
Todo ello traerá grandes consecuencias en el mercado laboral, las reformas que se hagan al respecto pueden favorecer la inversión privada y con ella el crecimiento. En este sentido los mecanismos institucionales que establecen altas indemnizaciones por despido y restringen el empleo temporal se convierten en obstáculos importantes que traban la entrada y salida del mercado laboral y, por ende, la flexibilidad. De esta forma, los desafíos económicos de la región pasan por establecer una serie de relaciones comerciales y de cooperación, que permitan a los diferentes países latinoamericanos lograr niveles de desarrollo y calidad de vida adecuados para cada zona.
PREGUNTA: Los nuevos desafíos económicos de latinoamérica deben dar prioridad a: